Del mame como ars vivendi III (y última)
Por Alberto Luquín
A fines de febrero la lideresa sindical vitalicia (pero democrática) más poderosa del país es arrestada. Muchos de entre quienes durante años pidieron su arresto se mostraron desconcertados: una cortina de humo, un falso arresto, la detención ilegal de una persona inocente. Me parece que la realidad es más simple: el modo maquiavélico de entender (y hacer) la política ha regresado. Maquiavelo is in da house…
La noche del 21 se anuncia la probable muerte del Chapo Guzmán en un enfrentamiento en Guatemala. El rumor corre viralmente antes de que alguien llame a cordura y pida esperar por la confirmación del gobierno guatemalteco. A decir verdad, fue divertido imaginar a los mexicanos tan atentos al país que usualmente menosprecian.
El parte oficial desencanta a algunos, entusiasma a otros y deshace la cortina de humo: no hubo ningún enfrentamiento, todo fueron rumores en que cayeron los medios mexicanos, sintomáticos de la ausencia de estándar de evidencia y la falta de pensamiento crítico que parecen permear la opinión pública y la difusión de noticias.
Muchas críticas al presidente constitucional se encuentran, curiosamente, en el mismo nivel. No atienden tanto a las cifras sobre inflación (favorables), empleo (bastante malas respecto a lo esperado), contenido de las propuestas de reforma (que, a decir verdad, pocos conocen) o arranques de autoridad (que los ha habido), sino a meros errores de protocolo.
Peña saluda de mano a un militar que responde con el saludo que conocemos por las películas. No hay error alguno: el único civil que puede realizar el saludo militar es el presidente de la república, pues es el comandante supremo de las fuerzas armadas. Pero este saludo tiene sus propias reglas: sólo puede realizarse entre uniformados que usan tocado.
Los mamertos circulan la foto oficial, comparándola con la de otros presidentes, y dictaminan que la banda presidencial está “al revés” Va a ser que no: las leyes correspondientes, reformadas a fines de la administración calderonista, dejan en claro que debe usarse con el color rojo en el nivel superior.
Lo que debería importar en esa fotografía es su costo, pero eso se diluye rápidamente (aparte de que todas las páginas de “gastos pendejos” han sido cachadas en mayor o menor grado de fotochopeo). La mejor cortina de humo es la de imaginar que se vive entre cortinas de humo, pues.
La chairiza se indigna por un video del funeral de Chávez donde parece que Peña se queda dormido. A decir verdad, cualquiera con dos dedos de frente hubiera hecho lo mismo ante la parrafada cargada de misticismo que soltó Maduro o la consagración de la necrocracia que parece determinar, junto al quebranto económico, el futuro del país.
Confieso que no me dormí y vi el funeral completo, en espera del momento en que empezaran a rolar los vasitos de Kool-Aid de uva. La realidad, como siempre, no fue tan interesante. Auguro, eso sí, que si Venezuela sigue por donde va pronto habrá sobreoferta de meseros en La Condesa y teiboleras en Cancún.
Posdata. Los habitantes de las Malvinas votan en referendo por seguir siendo británicos. Después de todo, ¿qué ofrece Argentina, aparte de crisis económica, la Kirchner y el nacionalismo chafa?
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