Caso Fausto, la culpa no es el indio/ By @gaeelico
Por Toño Aguilera
Ninguna ley, ninguna norma, nada impidió que legalmente Fausto Vallejo retomará el poder en Michoacán y de hecho ese es el verdadero problema. La legislación estatal es muy laxa, muy ambigua, muy permisiva en lo que se refiere a las obligaciones, atribuciones y derechos de quien ostenta el cargo de Gobernador del Estado. De hecho, como sucedió al final en el caso Fausto, un gobernante se la puede llevar con permisitos al cargo para cumplir su periodo, sin que necesariamente se tenga que pedir licencia al puesto o designar un gobernador sustituto.
El caso Fausto debe de incidir en cambios de fondo en la legislación estatal, para impedir que un político a su antojo manipule la ley y el cargo para el cual fue elegido a su antojo. Sobre todo en el tema de un gobernante enfermo y sin capacidad para conducir los destinos del estado.
Todo este vodevil de las ausencias, licencias temporales e interinatos, son parte de un gran engaño del cual, sin embargo, el pueblo de Michoacán no puede decirse engañado. Si así como reclamamos la mayoría de edad política a la hora de demandar derechos, no se puede justificar una minoría de edad política al momento de votar.
Un porcentaje de michoacanos votó en el 2011 por Fausto Vallejo y lo hizo gobernador de Michoacán y esta primera minoría de ciudadanos también debe asumir su parte de responsabilidad en todo este conflicto, que ha dejado una cauda de inestabilidad e ingobernabilidad.
Pero también fue un gran montaje, un gran engaño del PRI, partido al que le urgía llegar al poder a toda costa, así fuera construyendo un gobierno que no gobernó, que no operó, que no implementó programas sociales, que no ejecutó obras públicas, que no generó empleos, que no garantizó la seguridad de todos los habitantes del estado. Por ello, podríamos decir que la culpa no la tiene el indio, sino quien lo hizo culpable.
Restan dos años a este gobierno, tiempo en el cual se prevé que poco o nada haga por recuperar la paz, la tranquilidad y el desarrollo que se perdieron en los dos primeros años de ésta administración.
Lo cierto es que la calentura preelectoral ya se adelantó, y por lo menos en el PRI ya hay damnificados en su futurismo con el retorno de Fausto Vallejo.
@gaaelico
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