Amigos incondicionales
Por Isabel Felicidad
Hace unos meses, vi a una de mis hermanas que estaba llore y llore pero no dejaba de sonreír. Me dio curiosidad al ver esa expresión tan contradictoria en su rostro, entonces me acerqué moviendo mi colita para tratar de calmarla. Me asomé lo que estaba mirando y vi unas fotos que me sorprendieron muchísimo.
Resulta que un orangután llamado Suriya se quedó huérfano muy pequeño; se deprimió tanto que ya no quería jugar, ni comer, ni nada, prácticamente se estaba dejando morir. Un día, cerca de la reserva en la que se encontraba Suriya, llegó un perro llamado Roscoe, a quién encontraron vagando asustado y hambriento cerca del refugio.
En cuanto se conocieron Rocoe y Suriya, se hicieron inseparables. Ella lo alimenta, juega con él, lo sostiene al nadar, en fin, andan para todos lados juntos. Suriya recobró las ganas gracias a su nuevo amigo, Roscoe para él fue como un angelito. Y es que eso son los amigos, angelitos que aparecen en nuestras vidas.
La historia de Roscoe y Suriya es una de muchas historias en el mundo animal en donde, no importa que no pertenezcan a la misma raza, es más ni siquiera son de la misma especie, son muy distintos sin embargo, eso no impide que reconozcan en uno y otro a un verdadero amigo.
Entre otras historias, existe la de un hipopótamo que quedó huérfano tras el tsunami de 2004 en Tailandia que adoptó a una tortuga como su mamá y hasta hoy, viven juntos. La historia de una mamá cerdo que amamantó a unos tigres bebés. Y de esas muchas más.
Nosotros los animalitos no distinguimos si ustedes son guapos, feos, altos, chaparros, ricos, pobres, si tienen coche o no, si usan ropa de marca o del tianguis, qué celular traen, si les gusta el rock o la música de banda, si son hombres o mujeres, si son heterosexuales o no, etc. Nosotros los amamos porque la amistad no distingue envolturas, nuestro amor es puro y noble.
Aprendemos muchas cosas de ustedes, pero recuerden que este proceso debe ser recíproco. Nosotros no usamos etiquetas así que ustedes tampoco tienen por qué hacerlo. Quiéranse y quiérannos, la amistad verdadera es incondicional.
Recuerden que en esta Perra Vida como trates serás tratado, así que ama a tu mascota por quién es, no por cómo se ve. Y recuerden: ¡¡ADOPTA, NO COMPRES!! ¡ Y ESTERILIZA!
Soy una perrita criolla nacida en 2005. Me echaron a la calle desde pequeña, vagué y luché contra la adversidad hasta que encontré mi verdadero hogar. Ahora me la paso en mi casa comiendo y bebiendo agüita, jugando con mi hueso de hilo y disfrutando de mi camita. Creo que si los humanos no se complicaran tanto, la vida (de todos) sería mejor. En este espacio comparto con ustedes mis reflexiones perrunas acerca de esta Perra Vida.
/ColumnaChangoonga
@IsabelFelicidad
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