STAFF / Brenda Barajas
Consuelo y Miguel, son originarios de Apatzingán y se conocieron hace 50 años. Al inicio eran amigos que se frecuentaban para platicar pero principalmente para bailar.
Miguel Godoy Álvarez, de ahora 73 años, no era amante del baile, pero sí del básquetbol, sin embargo decidió aprender a bailar solo para conquistar a su amada.
Pasaron 10 años para que Miguel le hiciera la tradicional pregunta a Consuelo ¿quieres ser mi novia?, y fue así como iniciaron su historia de amor, que formalmente ante las leyes de Dios y la Iglesia, llevan 40 años, más los 10 de pláticas, romanceo, coqueteos y por fin el y noviazgo.
“Me gustaba su forma de ser, pero al tiempo, después de mucho tiempo se animó a declararse, en ese tiempo se te declaraban y tu decías si aceptabas o no y duramos un año de novios”, recordó Consuelo.
Consuelo González Vázquez de Godoy, de 74 años, recuerda que duraron un año de novios y decidieron casarse con los pocos ahorros que tenían y el apoyo de amigos y familiares.
Con alegría narra su linda boda, él tenía 32 y ella 33 años “Tu di que somos de la edad… nos casamos muy enamorados” recalcó.
Y así, ya han pasado 50 años uno junto al otro, con grandes desafíos, desde enterarse que no podrían tener hijos, noticia que le rompió el corazón a Consuelo, hasta el día de hoy, acompañándose en las enfermedades, lejos de su hogar de Apatzingán.
“Tuvimos ese problema, porque es de los dos, yo siempre soñé que iba a tener dos o tres hijos, pero primero una niña, siempre quise tener una niña, pero no pudimos tener familia”, añadió Consuelo.
Sin hijos y en busca de mejores condiciones para que Consuelo se tratara la diabetes, hace 10 años dejar su pueblo originario y mudarse a Morelia para que la mujer pudiera atenderse médicamente, sin embargo las circunstancias los llevaron hace casi tres años a La Casa de los Abuelos “Miguel Hidalgo”, lugar donde siguen aprovechando para continuar bailando.
“Seguimos las fiestas igual, y seguimos bailando, la familia de ella festeja por todo, hacen unas fiestitas que no caben todos, y ahí estamos siempre igual, bailando”, mencionó Miguel.
En el marco de Día del Amor y la Amistad, Consuelo y Miguel aprovecharon para recomendar a las nuevas parejas y a quienes siguen todos los días luchan por mantenerse juntos, que no se falten el respeto, y nunca dejen de platicar, olvidarse del celular.
“El matrimonio cuando no es para un año o dos, es para tratarse, comprenderse, resolver los problemas, no ocultar nada a su pareja… necesita uno saber resolver los problemas y tener comunicación, están ahora picadas y picados en el teléfono y no lo dejan, no hay tiempo para tener comunicación familiar ya, y es importante”, finalizó Consuelo.