STAFF/Natalia Muñoz @NataliaMz
La operatividad del crimen organizado que ha asechado la economía michoacana, extorsionando a comerciantes y productores de frutos, mostró otra cara en la jugada favoreciendo la producción de aguacate y catapultándolo como vector boom comercial.
El periodista argentino Romain Le Cour en colaboración con el investigador mexicano Paul Frissard Martínez, realizaron la investigación «Violento y Próspero El auge del aguacate en México y su relación con el crimen organizado» publicada en enero de este 2024 en la revista internacional especializada en la evaluación de crimen organizado, con el texto que le atribuye el éxito en la productividad del también conocido «Oro verde», ofrecido por el narcotráfico y sus vínculos con ciertas clases sociales, luego de los años en los que la violencia se apoderó del interior del estado.
La investigación propone que las conexiones entre autoridades públicas, élites locales y crimen son fundamentales para la expansión del mercado. Las autorizaciones de parcelas «por debajo del agua» emitidas por servidores públicos, calzaron perfectamente con los planes de los aguacateros para explotar las tierras, y así abrir espacio para multiplicar su oferta.
De acuerdo a los datos ofrecidos por el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera del gobierno federal mexicano, entre los años del 2000 y 2010 (sexenio presidencial de Vicente Fox y Felipe Calderón), se percibió un ligero incremento en la superficie plantada del fruto, pero a partir de la mencionada década, el repunte en el aumento es muy notoria, alcanzando para 2022, las 250 mil hectáreas.
La misma tendencia se observa en cuento al rendimiento medido en toneladas, que hace dos años registró casi las 11 t. Así también ocurrió en la gráfica de volumen de producción, cuando en 2022 se alcanzaron más de 5 toneladas.
La plataforma gubernamental ofreció datos actuales en los que enlista a 10 municipios de la entidad, como los principales territorios para plantar el fruto.
En este tenor, se realizó una comparativa geográfica del aumento de territorio fértil que fue acaparado por las huertas de cultivo.
¿Y Los Bosques?
Entre 2001 y 2018, la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), publicó un reporte sobre la brutal deforestación en Michoacán, contemplando un total de 269 mil 676 hectáreas. De esta cifra, se especificó que el 70.69 por ciento se transformaron en pastizales y 28.16 por ciento en cultivo.
«Los criminales violentan y deforestan, las élites aportan capital para invertir en huertas, y las autoridades otorgan propiedad, cambio de uso del suelo y acceso al mercado legal», finalizan en el ensayo.